La princesa que vierte el perfume

En 1989, cuando nació FLORA, sentimos inmediatamente la necesidad de identificarla con un símbolo que expresara pasión, elegancia, cuidado y amor por nuestro trabajo, y que al mismo tiempo manifestara algo extremadamente valioso, tan valioso como lo son las gotas de aceites esenciales, ricas en propiedades beneficiosas, obtenidas de hojas, flores, semillas, frutos... Este fue el «mantra» que nos guió en nuestra búsqueda de algo especial, que nos ha servido durante todos estos años para crear productos de bienestar para nosotros, para nuestros amigos y para nuestros clientes. Y ahí tuvimos una revelación... «FLORA».... el nombre significativo, la representación de esa promesa de unión eterna con la Naturaleza.

La imagen simbólica «habla» de una doncella, la diosa de los primeros cosméticos naturales, que, de puntillas, con la máxima concentración, cuidado y amor, va vertiendo gotas de preciadas sustancias de un frasco a otro, transmitiendo con este gesto:

- Conocimientos de antiguas tradiciones
- Atención y consciencia
- Simplicidad y concreción
- Elegancia y belleza
- Las gotas como el momento para vivir

Nuestra gota, nuestra alma

El corazón de nuestros productos: las gotas de aceites esenciales 100 % puros y de extractos de plantas son los tesoros perfumados de la Naturaleza. Basta olerlos para darse cuenta de que se trata de algo único y especial. Una experiencia olfativa realmente especial y preciosa.

Los aceites esenciales son «gotas de luz», son el alma de las plantas. Su uso a lo largo del tiempo resulta ser el aliado más fuerte para el bienestar de la mente y el cuerpo. Nuestros productos no solo proceden de la agricultura ecológica y biodinámica, sino también de la pasión y del amor que ponemos en su elaboración.

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